CARTA ABIERTA A LOS COMPAÑEROS VIGILADORES
¿Qué es una agrupación sino una suma de individualidades con un objetivo en común, que lleva a defender y luchar por todos y cada uno de los que la integran?
El sindicato es una de sus manifestaciones y yo soy miembro de UPSRA, a la cual pertenezco desde hace más de 19 años. En ese transcurrir ocupé distintas funciones (tal como corresponde a una entidad democrática donde todos somos uno y uno somos todos) ya sea desde la conducción como delegado o en mi condición de afiliado, siguiendo con convicción a quienes nos han dirigido y buscando cambiar las cosas cuando ellas se apartaban de nuestros intereses compartidos o no se correspondían con nuestra causa primera.
En más de una oportunidad me he preguntado qué es la conducción. Permítanme reflexionar con ustedes sobre cuál es mi concepción. Conducir no es arriar a la gente tal como lo hace el pastor con sus ovejas, sino ir en conjunto, uno al lado del otro, hacia un objetivo en común y en una misma dirección. Conducir no es actuar movido por convicciones personales sino que es hacerlo por una meta que ha sido consensuada después de haberse escuchado todas las voces, armoniosas o disonantes con el punto de vista del conductor, y de llegar a acuerdos que resultan tras sostenidos debates en los cuales el consenso implica a veces transigencia pero no debilidad.
Siempre he actuado y gestionado en la búsqueda del beneficio para todos que no sólo se tradujera en una mejora económica en cuanto a nuestro salario sino también, y que considero tan importante, en la mejora de las condiciones de trabajo y el bienestar general de los que pertenecemos a esta actividad y de nuestras familias.
En todo momento mi preocupación primordial ha sido actuar correctamente, manteniéndome dentro del marco de la ley (y es así que no tuve dudas en convocar a Asamblea, sabiéndome amparado en la Ley Nº 23551) y en defensa de nuestros intereses comunes, teniendo en cuenta la Convención Colectiva de Trabajo 507/07, en la que intervinieron tanto la UPSRA como la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad, CAESI.
El momento actual de nuestra realidad laboral se nos presenta complejo, enmarañado; es necesario que nos unamos (no olvidemos que dicho término está presente en nuestra sigla).El camino no es fácil, lo sabemos; siempre hay, y habrá, tropiezos y caídas, pero ellas no deben ser consideradas como una simple desgracia o adversidad, sino capitalizadas como la oportunidad para reiniciar la marcha, de hacerlo juntos y a la par.
Concluyendo estas líneas, y como soy uno más de ustedes, compañeros vigiladores, es que comparto el deseo de que tengamos un FELIZ DÍA. Otro mañana nos espera; está en nosotros el construirlo.
Ariel M. Egdechman